Todo el mundo manipula
El otro día hablaba con un amigo y le dije que estaba escribiendo un libro sobre manipulación el cual llevaba más de un año investigando y practicando.
Por no contar la de años que llevo fijándome en este tema e investigándolo de forma no profesional.
Él me dijo: “vaya, de manipulación, ¿Eres todo un manipulador? Tendré que tener cuidado contigo”.
Lo curioso del tema es que mi amigo, quizás sin saberlo, es un gran manipulador (aunque seguramente él lo sabe) que utiliza a muchas personas para sus propios intereses de forma no altruista y muchas veces aprovechada.
Muchas personas entienden la manipulación como la portada de este libro: “unas manos negras manejando como una marioneta a otra u otras personas”.
Ni de lejos funciona así la manipulación que utilizan las personas de a pie Manipular según el diccionario significa: Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares
Manipular significa: Intervenir con medios hábiles y/o arteros en la información omitiendo la verdad para intereses particulares.
Cuando tú a un amigo le dices: “Vamos a ver la nueva película de Batman que salen 2 chicas que están buenísimas”.
Estás omitiendo la verdad, estás alterando la información porque le presentas a tu amigo la película sabiendo lo que le puede atraer para que así acepte la película y quiera ir a verla. De otro modo podrías recibir un rotundo: “NO”.
De hecho, nuestra forma de comunicarnos es una manipulación constante.
Te preguntan: “¿Has sacado al perro?” Y tú contestas: “SI”, mintiendo, o dices la verdad, pero en la siguiente pregunta: “¿Cuánto tiempo?” tú dices: “15 minutos” cuando en realidad han sido 7.
Constantemente estamos alterando la información para condicionar el comportamiento de los demás. No hay ni una sola persona en el planeta que diga siempre el 100% de la verdad y presente los hechos de forma objetiva, siempre lo pasamos todo por la subjetividad, sobretodo intencionadamente.
Cuando te peleas con alguien jamás dices el 100% de la verdad, presentas la información siempre de tal forma dónde te aseguras que la balanza se incline a tu favor.
E incluso las personas más humildes también lo hacen, aunque en menor medida con su tono de voz de indignación ya te están condicionando para que empatices y les apoyes.
Llegados a este punto podríamos preguntarnos: ¿Existe la no manipulación? ¿Existe alguna persona que, como si fuera un robot, explica y expone argumentos de forma 100% objetiva sin que su lenguaje corporal o tono de voz pueda influir en la respuesta?
Es decir, un lenguaje corporal neutro y un tono de voz 100% monótono y sin sentimientos?
Realmente no, hasta la persona más inocente manipula. Véase la persona callada y tímida en clase que sufre Bullying.
Por dentro está gritando y tiene ganas de aniquilar a todos los que le hacen daño, pero exteriormente manipula la verdad pasando por un menor tímido y callado para dar pena, quiere pasar desapercibido para que no le molesten.
En definitiva, hasta esa persona está mediante medios hábiles omitiendo la verdad para sacar un beneficio propio. ¿Es entonces manipular algo despreciable?
No, si no se utiliza con maldad, en el caso de este chico está evitando un mal mayor bajo su punto de vista, está haciendo que no le peguen ni se metan más con él en la medida de lo posible.
Cada vez que alguien me habla acerca de manipular o me dice que no es correcto escribir algo sobre manipulación a mí me entra un poco la risa.
El único problema con la palabra manipulación es como las personas interpretan esa misma definición y como pretenden utilizarla.
Yo jamás de los jamases he tenido ningún problema con esta palabra porque jamás se me ha ocurrido usarla con fines de maldad, sino para alcanzar mis objetivos, sin dañar a nadie y si haciendo el bien a los demás y al mundo.
Este libro contiene un cúmulo de técnicas y ejemplos extraordinarios que pueden cambiarte la vida para siempre y pueden darte la llave hacia la mente humana más sofisticada.
Vas a darte cuenta que realmente se puede coger unas cuerdas y manejar a las personas como marionetas. No hace falta ser muy inteligente para ver que la historia nos ha dado (por desgracia) malos ejemplos pero también buenos de personas que han utilizado los demás a su antojo para conseguir sus objetivos.
En el lado bueno tenemos a María Teresa de Calcuta o Gandhi, capaces ambos de movilizar masas y que cambiaron el mundo para bien, de hecho, María teresa de Calcuta podría considerarse la madre del altruismo (dejando de lado las religiones).
En el lado malo podemos ver a Adolf Hitler, George Bush o el indomable e increíble Tea Party financiado por las farmacéuticas en su desesperación por no perder millones de millones (se ve que les gusta tener dinero en el banco a costa de matar vidas).
Del libro: Como manipular personas. Verdadera Seducción.
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