Liderazgo espiritual (II)
Liderazgo espiritual (II)
EL SACRIFICIO PERSONAL: hay una cruz en el camino de todo liderazgo espiritual. El evadir la cruz es perder el liderazgo. Es propio del líder el estar dispuesto a renunciar a las preferencias personales y a sacrificar sus deseos Legítimos y naturales por la causa. En cierta forma, el liderazgo es una forma de entrega y de amor, que va radicalmente contra el egoísmo que hay dentro. Es mucho más cómoda una vida sin entrega, sin donación, aunque no más feliz. Aceptar el reto del liderazgo es dar a la vida una dirección que sale de los propios esquemas.
LA SOLEDAD: el líder siempre ha sido un ser solitario. La soledad es consecuencia del mismo liderazgo. El líder toma decisiones. El líder es frecuentemente incomprendido. El líder debe obedecer una instancia que a veces lo lleva a ser criticado. El elevarse sobre los demás es separarse de ellos de alguna manera. El líder tiene que estar dispuesto a no tener nada.
LA FATIGA: el liderazgo se sobre siempre el precio de la fatiga. Sin ella el liderazgo es mediocre. Ya hemos dicho antes que el dirigir a un grupo humano exige mucha entrega, esfuerzo, preocupaciones, y ello desgasta.. Un líder, nunca será un señorito.
LA CRITICA: ningún líder está exento de la crítica. Más aún, un líder no criticado no puede ser líder. El ser consecuente con un tipo de ideas y de proyectos siempre acarrea en los demás una cierta inconformidad, La crítica para el líder viene a convertirse en bendición y en confirmación de su liderazgo.
LA PRESION: la función del líder trae consigo por sí misma una fuerte presión, porque el liderazgo es una responsabilidad. Al echarse sobre los propios hombros las cargas de los demás el líder asume tareas nuevas y exigentes. Es lógico que sea así, Por eso hay tan pocos líderes, porque ser líder es complicarse la vida.
EL SACRIFICIO PERSONAL: hay una cruz en el camino de todo liderazgo espiritual. El evadir la cruz es perder el liderazgo. Es propio del líder el estar dispuesto a renunciar a las preferencias personales y a sacrificar sus deseos Legítimos y naturales por la causa. En cierta forma, el liderazgo es una forma de entrega y de amor, que va radicalmente contra el egoísmo que hay dentro. Es mucho más cómoda una vida sin entrega, sin donación, aunque no más feliz. Aceptar el reto del liderazgo es dar a la vida una dirección que sale de los propios esquemas.
LA SOLEDAD: el líder siempre ha sido un ser solitario. La soledad es consecuencia del mismo liderazgo. El líder toma decisiones. El líder es frecuentemente incomprendido. El líder debe obedecer una instancia que a veces lo lleva a ser criticado. El elevarse sobre los demás es separarse de ellos de alguna manera. El líder tiene que estar dispuesto a no tener nada.
LA FATIGA: el liderazgo se sobre siempre el precio de la fatiga. Sin ella el liderazgo es mediocre. Ya hemos dicho antes que el dirigir a un grupo humano exige mucha entrega, esfuerzo, preocupaciones, y ello desgasta.. Un líder, nunca será un señorito.
LA CRITICA: ningún líder está exento de la crítica. Más aún, un líder no criticado no puede ser líder. El ser consecuente con un tipo de ideas y de proyectos siempre acarrea en los demás una cierta inconformidad, La crítica para el líder viene a convertirse en bendición y en confirmación de su liderazgo.
LA PRESION: la función del líder trae consigo por sí misma una fuerte presión, porque el liderazgo es una responsabilidad. Al echarse sobre los propios hombros las cargas de los demás el líder asume tareas nuevas y exigentes. Es lógico que sea así, Por eso hay tan pocos líderes, porque ser líder es complicarse la vida.
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